¿Cómo cuidar el cabello durante el embarazo?

El aumento del nivel de estrógenos en el cuerpo de las mujeres embarazadas no solo afecta a su estado de ánimo, sino que también influye en el estado del cabello. De hecho, las mujeres embarazadas deberían recibir una atención especial. Pero, ¿por qué este cuidado no extiende también al cabello? No hace falta decir que mientras se lleva a un bebé dentro del cuerpo se debe prestar especial atención al cuidado del cabello y a los tratamientos a los que una mujer embarazada quiere exponer su pelo. ¿Cómo cuidar el cabello durante el embarazo?

Cabello graso durante el embarazo

El estado del cabello de las mujeres embarazadas depende del trimestre en el que se encuentran actualmente. Durante las primeras semanas de embarazo el nivel de sebo segregado por la piel aumenta, y esto puede llevar a un cuero cabelludo graso. Por eso, merece la pena usar champús y acondicionadores diseñados para este mismo tipo de cabello.

Hay que lavar el cabello graso con agua tibia cada 2-3 días. Durante este procedimiento, no se debe masajear demasiado intensamente el cuero cabelludo para no fomentar la producción excesiva de sebo. Además, se aconseja el uso de lavados herbales para cuidar correctamente el cabello graso y aliviar el problema. Las hierbas más recomendadas en este caso son la manzanilla y la ortiga. Ambas plantas regulan el funcionamiento de las glándulas sebáceas, previenen irritaciones y trabajan bacteriostáticamente.

Cabello quebradizo y deshidratado durante el embarazo

Las mujeres que suelen tener un cabello con tendencia a la fragilidad y la deshidratación excesiva, pueden notar la intensificación de este problema mientras están embarazadas. La falta de hidratación puede compensarse con aceites, por ejemplo, de jojoba o aceite de onagra, combinados con sustancias de gran poder hidratante como el d-pantenol o el colágeno. Los aceites se pueden comprar en herbolarios o en tiendas de alimentos ecológicos. También se pueden buscar en un mostrador de aromaterapia. En cuanto a los agentes hidratantes, se pueden encontrar en los cosméticos diseñados para el cuidado del cabello seco. Estos productos contienen sustancias que reponen el agua en dosis multiplicadas.

El cabello quebradizo y deshidratado no debería lavarse más de dos veces por semana. Inmediatamente después de la limpieza del cabello se sugiere usar acondicionadores y bálsamos dedicados a los cabellos excesivamente deshidratados. Además, el cabello se puede exponer a un tratamiento especial. Para ello, hay que mezclar aceite de oliva con yema de huevo y luego distribuir la mezcla uniformemente sobre el cabello. Después de esto, hay que envolverse el cabello con un material sintético, como un gorro especial o una bolsa de papel de aluminio. La mascarilla capilar ha de permanecer en reposo durante 2-3 horas y se debe retirar con agua tibia.

Teñido y aclarado del cabello durante el embarazo

En primer lugar, el uso de tintes capilares durante el primer trimestre está totalmente prohibido. El amoníaco que contienen tales productos puede llegar al torrente sanguíneo y luego a la placenta. Aunque este riesgo es bastante bajo, la aplicación de tintes capilares durante el embarazo puede causar reacciones alérgicas incluso a mujeres que siempre se han sometido a tratamientos de coloración capilar de forma asintomática. En caso de que teñirse el pelo coloración durante el embarazo sea una necesidad imperiosa, es mejor utilizar champús delicados, mousses de coloración o henna.

Permanente durante el embarazo

Someterse a un tratamiento de permanente durante el embarazo tampoco se reconoce como seguro. La inhalación de los vapores emitidos por los productos de la permanente durante unas pocas horas puede causar mareos, náuseas y desmayos. Además, es muy posible que el cabello de una mujer embarazada «expulse» la permanente debido a los cambios hormonales que se producen en su cuerpo. Por ello, el efecto obtenido puede variar de lo buscado.

Caspa durante el embarazo

El segundo trimestre del embarazo es un período en el que mejora el estado del cabello. Esto significa que el pelo se vuelve más fuerte y se restaura su brillo perdido. Lamentablemente, podría surgir un nuevo problema: la caspa. No hay necesidad de esperar ociosamente a que la caspa desaparezca por sí sola, porque esto puede aumentar el riesgo de inflamación de los folículos, lo que puede llevar a la irritación del cuero cabelludo. En la lucha contra la caspa hay algunas sustancias aliadas que deben considerarse útiles: lavados con extracto de rábano negro, ortiga o queroseno cosmético. Otra buena idea que facilita la eliminación de la caspa es la aplicación de una mascarilla capilar casera hecha con aceite de ricino, yema de huevo y unos chorros de zumo de limón. Además, se aconseja utilizar los champús y acondicionadores anticaspa ampliamente accesibles, especialmente los elaborados a partir de sustancias naturales.

Caída del cabello durante el embarazo

Un problema que muchas madres jóvenes tienen que enfrentar es la caída descontrolada del cabello. Alrededor del tercer mes después del nacimiento del bebé, el alto nivel de estrógeno comienza a disminuir rápidamente. Como consecuencia, el cabello comienza a caerse. Afortunadamente, no hay necesidad de preocuparse, este estado pasa bastante rápido. En el caso de las mujeres que no amamantan, este problema se alivia ya después de 6-9 meses. Obviamente, las mujeres que alimentan a sus recién nacidos de forma natural deben esperar un poco más para notar el crecimiento de su cabello. Debido a la lactancia, la prolactina sigue presente en sus cuerpos. Esta es una hormona cuyo alto nivel puede causar la caída excesiva del cabello.