¿Qué es lo que no le gusta a tu cabello? Apuesto a que ya se te han ocurrido algunas ideas. La plancha es lo primero; sus placas extremadamente calientes simplemente te queman el cabello y rompen los enlaces de disulfuro en su interior. ¿Otra? El sol, obviamente, es un enemigo fatal de la juventud. Eso sobre todo, ¿eres consciente del número de otros pecados diarios con los que se las tiene que ver tu cabello?
¿Cómo NO cuidar de tu cabello?
Al pelo no le gusta:
1. Calor
No me refiero solo a la plancha. Su acción destructiva parece ser obvia (no hay pelo que pueda resistir las temperaturas extremas a largo plazo). Un secador de pelo normal e «inocente» resulta que daña el pelo tanto como el cuero cabelludo en la misma medida. La temperatura óptima es alrededor de 40 grados centígrados. Cuanto más alta es la temperatura, más significativo es el daño.
2. Tirones
El daño mecánico hace que el cabello se debilite, se caiga o se rompa; su estructura se va empobreciendo gradualmente. El daño mecánico está conectado con el pecado más común con el cabello: secarse con una toalla bruscamente el cabello después de lavártelo. El cabello húmedo es mucho más propenso a dañarse, por lo que debes exprimir suavemente el exceso de agua. Dormir con el pelo mojado tiene el mismo (mal) resultado. Mientras dormimos, solemos dar vueltas y vueltas, frotando el cabello contra una almohada; se puede alterar la estructura del cabello fácilmente.
3. Productos capilares no compatibles
Lo que se utiliza para el lavado y acondicionamiento del cabello resulta afectar en gran medida a su aspecto. Muchos productos dan malos resultados en lugar de un efecto deseado, es porque diagnosticamos erróneamente el estado y el tipo de cabello. Para saber lo que el cabello necesita en el cuidado diario, merece la pena conocer la porosidad del cabello, la apariencia, condición, estructura y necesidades del cabello. Te encontrarás con muchas pruebas de porosidad del cabello en internet, todo lo que haces es responder a algunas preguntas sobre tu rutina de cuidado del cabello y el aspecto del cabello para conocer su porosidad y estructura, y averiguar qué usar para tu cuidado. De esta manera se evita, por ejemplo, el cabello con exceso de proteínas o que se acumule la acumulación de queratina que puede contribuir a la rotura del cabello, la caída y al bloqueo del crecimiento.
4. El sol
Todo el mundo sabe que la radiación UV causa muchos cánceres de piel graves. Aun así, no solo la piel necesita protección. Al cabello también le disgusta el sol porque la luz solar intensa lo priva de melanina, lo deshidrata fuertemente y aumenta la porosidad, debilita los bulbos pilosos e irrita el cuero cabelludo. Para evitar los cabellos dañados por el sol, ponte un gorro y un aceite capilar natural con filtros UV, que protegen contra las radiaciones nocivas.
5. Procesamiento químico
Decoloración, alisado, permanente… estos tratamientos están pensados para mejorar tu buen aspecto, pero debes recordar que debes evitarlos y proporcionar al cabello el cuidado posterior adecuado para evitar se dañe en extremo. La aplicación de tratamientos adecuados de aceite capilar es la mejor terapia de embellecimiento del cabello que puedes elegir.
6. Siliconas, parabenos y SLS
Los ingredientes artificiales y comedogénicos de los champús y acondicionadores mejoran la apariencia del cabello solo por un momento (el brillo y la suavidad del cabello son posibles), pero después de un tiempo, hacen que se seque, además de que los ingredientes controvertidos se acumulan en las raíces del cabello. Además, los parabenos, las siliconas y los derivados del petróleo son los culpables de que el cuero cabelludo esté en peor estado. Cuando compres un champú o acondicionador, comprueba que los componentes estén bien, libres de sustancias dañinas.
7. Productos para el peinado del cabello
La rutina de peinado también tiene su lado oscuro. Todo tipo de lociones, pastas, geles y sprays se asientan en los mechones y empeoran su estado. Suelen incluir alcoholes dañinos y secantes, y otras sustancias sintéticas que dejan el cabello destrozado. Por eso, hay que aplicarse un spray o pasta capilar en raras ocasiones: grandes eventos, salidas nocturnas, vacaciones. Deja que el cabello descanse de los productos químicos a diario.
8. Fumar cigarrillos
Además del impacto extremadamente nocivo para la salud, los cigarrillos —para ser más precisos, los compuestos incluidos en los cigarrillos— empeoran el estado de la piel y el cabello. Debilitan los bulbos, destruyen las estructuras internas del cabello, empeoran su apariencia. El humo del cigarrillo entra en el cabello y este se enferma, la absorción de los nutrientes de los champús y acondicionadores se empobrece. Los fumadores se quejan de que el crecimiento del cabello se bloquea y de que la pérdida de cabello se intensifica con mayor frecuencia.
9. Estrés
El estrés crónico y a largo plazo no es bueno para nuestro estado de ánimo ni para el estado del cabello y la piel. Las personas que llevan una vida muy ocupada tienden a quejarse de diversas disfunciones de la piel, de la caída del cabello y de la dificultad para el crecimiento. Para empeorar las cosas, el estrés nos ayuda a pillar arrugas más rápidamente. Si te sueles sentir nervioso y alterado, intenta encontrar una forma de relajación que te permita calmar los nervios al menos un poco. ¿Yoga, meditación, largas caminatas, un baño caliente o aromaterapia? Haz lo posible por encontrar un momento de relajación cada día y recuerda que tienes que dormir bien. El cabello y la piel te lo agradecerán
10. Mala dieta
Lo que comemos —los nutrientes que proporcionamos al cuerpo— tiene una influencia directa en el aspecto de nuestro cabello y nuestra piel. Asegúrate de que tu dieta sea equilibrada y que contenga muchas vitaminas y minerales. Trata de reducir los cigarrillos, el alcohol y los alimentos procesados para ver un rápido cambio de imagen del cabello.
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